Una de las cosas que peor llevamos los abogados es la gestión del tiempo porque estamos siempre pendientes de plazos que van a terminar y de recursos que debemos presentar. Fue esta mala gestión la que hizo que recibiera un email de mi servidor que me comunicaba que mi cuenta de correo estaba prácticamente llena y tenía que borrar correo.
Me puse a borrar correo electrónico y encontré uno de los scams mejor hechos que he encontrado nunca. Este que pongo aquí:
Un scam es un email estafa que busca engañar al destinatario para sacarle dinero. Sin duda, se basan mucho en el desconocimiento de la gente y en la ingenuidad de ésta.
Pues bien, digo que este me sorprendió porque no llevaba el emblema de ningún banco, ni de ningún país, ni de la policía, ni me pedía claves, ni me decía que una viuda sudafricana iba a heredar un montón de millones de dólares y que necesitaba mi ayuda. Al revés, me avisaba de que una empresa real (y digo real porque la empresa existe) iba a registrar, como nombre de dominio, una marca de uno de mis clientes, y me pedía autorización.
Antes que nada, me metí en la dirección web que aparece en el correo y la página era real. Es una página para registrar nombres de dominio, marcas, etc. Una agencia en toda regla… pero algo me escamaba, así que les contesté diciendo que mi cliente era el titular de la marca y que no autorizaba ningún registro por ningún tercero. Esta fue la contestación que recibí:
Aquí dudé seriamente. Una empresa asiática, que existía de verdad, quería registrar en Asia, como nombre de dominio, la marca Masaltos. Fijaos en la cantidad de dominios que pretendían registrar y en cómo iba yo a explicar a mi cliente que había una empresa en Asia que quería hacer todo esto. Además, el firmante del correo electrónico me daba un plazo de 7 días o los registraría.
Volví a escribirles y aquí se le cayó la piel de cordero al lobo: la única forma de detener este registro de dominios era registrándolos yo, es decir, encargándole a Dus-Web que los registrara en mi nombre (y pagándoles). Aquí apareció el correo electrónico, el engaño y lo que hubiera sido la pérdida monetaria por parte de mi cliente.
Otro punto que también confirmó la estafa es que, durante este cruce de correos, otros dos clientes recibieron el mismo correo del mismo remitente, diciéndoles que la misma empresa iba a registrar todos los dominios asiáticos.
Como ya dije en el post “¿Cuánto cuesta registrar una marca en España?”, lo peor de esta práctica es que es legal. Todo apunta a que, efectivamente, alguien te va a representar en Asia y va a registrar todos esos dominios a tu nombre (previo pago, claro), pero hay que tener en consideración que puede que no sea algo necesario (salvo que lo preveas en tu plan de negocio), y sobre todo, que no hay ninguna empresa que vaya a registrar tu marca como nombre de dominio.
Para terminar, cuando se reciben estos correos no hay que ceder ante la presión. Estos remitentes se aprovechan de la ingenuidad de la personas, así que cuando recibas uno de estos emails, llama a tu abogado y consúltale… pero no se te ocurra ceder y pagar.
Antonio Fagundo Hermoso.
Abogado en Conteros Asociados.
Director Jurídico, Marketing y Expansión de Masaltos.com.
Profesor del Máster Superior en Abogacía y del Máster en Derecho de las Nuevas Tecnologías de la Universidad Pablo de Olavide.
Profesor del Máster Universitario en Gestión Estratégica y Negocios Internacionales de la Universidad de Sevilla
Profesor de ESIC-ICEMD.
Asesor legal de Foro Marketing Sevilla.
Twitter: @jovenantuan
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