Julio Muñoz Gijón es la persona que está detrás de @Rancio, antes conocido como Rancio Sevillano, y es la persona que mantuvo la atención durante más de una hora de los más de 500 asistentes que estuvieron viendo su presentación. Exacto, durante más de una hora.
La presentación de Rancio para Marketing Fighters, bautizada con el nombre “Todas las cosas que hice sin saber que tenían un nombre en inglés”, rebosó humor y sentido común. Desde el principio se metió al público en el bolsillo por su simpatía y su forma de contar las cosas. Al contar las diferentes estrategias de marketing que siguió a lo largo de sus muchas incursiones empresariales, destaca como utilizó la técnica ROPO (Research Online Purchase Offline), al utilizar el timeline de Twitter para hablar la pringue de un montaíto mientras todos hablaban de otra cosa. Así, haciéndose pasar por “El Asesino de la Regañá” consiguió que el público buscase su libro por todos los sitios, incluso antes de publicarlo, para terminar diciéndoles donde podían conseguir su ejemplar.
La simpleza de ese mensaje incluye muchas técnicas de marketing, como también son Omnichannel Communication, ya que Rancio utilizaba todos los medios y redes sociales a su alcance para comunicarse con sus potenciales clientes; o el Customer Messaging, que permite entablar un diálogo con los clientes a través de múltiples plataformas.
Otra de sus técnicas fue el FOMO (Fear Of Missing Out), o lo que es lo mismo, el miedo a no enterarte de algo, que era lo que ocurría cuando Rancio lanzaba mensajes a través de sus perfiles en redes sociales comunicando que quedaban pocos ejemplares de su libro en alguna librería. Eso sí, también premiaba a sus seguidores dándoles difusión con un retuit porque la gente no sólo compraba su libro, sino que también compraban el retuit de su libro, es decir, compraban esa amplificación que le daba una cuenta con una gran comunidad de seguidores. Ese era el premio, ser reconocido por miles de seguidores que tenían las mismas inquietudes que tú tienes.
El mensaje de Rancio fue muy claro “Haz algo que a la gente le gustaría consumir”, y eso hizo con sus libros y gracias a las redes sociales pudo venderlos online. Posteriormente replicó el formato con su cerveza Rancia, aplicando nuevamente todas las técnicas de marketing que él mismo nos explicó.
Y así, durante más de una hora de presentación, Rancio nos tuvo a todos en vilo porque su propuesta de marketing es toda una “apología del sentido común” como él mismo definió ¿Y sabéis por qué? Pues porque la gente normal no tiene Twitter, tiene un hijo con Tinder o Grindr.
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