Cuando hablamos de las siglas PNL estamos haciendo referencia a una conocida corriente en el ámbito de la psicología y que actualmente está muy ligada a la disciplina del coaching, la denominada Programación Neurolingüística.
Pero, qué entendemos por PNL y qué aporta a la disciplina del coaching
La Programación Neurolingüística es un enfoque de la psicología aplicada que nació en los años 70 en California, de la mano de John Grinder y Richard Bandler y constituye un modelo formal y dinámico de cómo funciona la mente y la percepción humana; cómo pensamos, aprendemos, nos motivamos, nos comunicamos con otros o con nosotros mismos, evolucionamos y cambiamos. Ofrece un conjunto de métodos y técnicas para aplicar en la vida cotidiana, tanto a nivel personal como profesional, para conseguir los objetivos que se desean y mejorar la calidad de vida.
Este enfoque se construye sobre tres áreas:
Programación. Nuestro cerebro funciona con programas como si fueran un software que cada uno de nosotros crea, en función de sus circunstancias, y que generan una percepción del mundo. Estos programas pueden ser actualizados mediante la aplicación de la tecnología adecuada, para que nos sean más útiles y eficientes.
Neurología: Toda la información que obtienen nuestros cinco sentidos es trasladada a través de las neuronas a los “programas” después del adecuado proceso de filtrado, que en cada caso siempre es personal y distinto al de otras personas.
Lingüística: El lenguaje es la expresión externa de cómo percibimos el mundo. Del análisis de la comunicación y del lenguaje deviene un mejor conocimiento del otro y de mí mismo, pues yo también me comunico conmigo constantemente, de una manera determinada.
En líneas generalesla PNL es el estudio de lo que percibimos a través de nuestros sentidos, de cómo organizamos el mundo percibido y cómo revisamos y filtramos la información. Parte de la premisa de que cada persona experimenta “la realidad” de una forma única, es decir, subjetiva, lo que condiciona su comportamiento.
Aunque sus inicios datan de los años 70, es ahora cuando cobra relevancia en el campo del desarrollo personal, la búsqueda del éxito y el cambio. Hace hincapié en el cómo, ya que analiza cómo pensamos, cómo aprendemos, y cómo construimos el mundo, entre otras cosas. Y sobre todo, cómo conseguimos los resultados que obtenemos y la forma de mejorar esos procesos.
Es una metodología de aprendizaje que se basa en la comunicación, que facilita los cambios y la ruptura de limitaciones autoimpuestas. Permite a las personas el conocer y entender su funcionamiento mental, y cómo mejorar para alcanzar los objetivos que se propongan, a través de múltiples herramientas prácticas.
Actualmente cada vez más profesionales del coaching se nutren de la metodología y técnicas de este enfoque. El coach y formador Joseph O’Connor confirma esta relación cuando dice que “La PNL es un medio excelente para hacer al coaching más poderoso. Coaching es el automóvil de carreras, PNL es el combustible de más alto octanaje. Otros combustibles también son posibles, pero con ellos quizás no obtengas tan alto rendimiento y/o velocidad”.
Efectivamente la riqueza que aporta la PNL a la disciplina del coaching, que busca precisamente la forma de descubrir, redescubrir y explotar los grandes recursos que tenemos dentro de nosotros, parte de la aceptación y aplicación de los siguientes postulados:
– El mapa no es el territorio: Cada uno de nosotros tenemos un mapa de la realidad, que no es la realidad, sino una interpretación de la misma.
– Detrás de cada acto o palabra hay una intención positiva (de cara a uno mismo).
– Es imposible no comunicarse: hasta cuando no quiero comunicarme, comunico que no quiero comunicarme.
– No existen fracasos, sólo resultados distintos a los esperados.
– La calidad de mi comunicación se mide en función de la calidad de la respuesta que obtengo.
El coaching, en definitiva, es un ejercicio de aprendizaje de técnicas que la PNL contribuye a madurar y que facilita que las personas adquieran pautas de conductas que le permitan realizar los cambios necesarios para alcanzar una mayor calidad de vida personal y profesional.
En definitiva, podemos afirmar que las posibilidades de cambio no están en la adquisición de grandes teorías ni estrategias complicadas. La mayor aportación dela PNL al coaching es la idea de que nosotros mismos somos generadores de cambio. Para ello habrá que cambiar de perspectiva y en este proceso el coach actuaría como facilitador.
Ya Confucio lo dijo más sabiamente, “el medio de salir es a través de la puerta. ¿Por qué nadie quiere utilizar esta salida?”.
Pilar Somosierra Farfán. Licenciada en Psicología por la Universidad de Sevilla; y Master en Dirección RRHH (IEJE). Profesional de recursos humanos especializada en la gestión y desarrollo de personas. Responsable Área de empleo de FMS.
Deja tu comentario