Si buscamos información sobre el dropshipping encontramos multitud de blogs, artículos y comentarios sobre este método de comercialización pero casi siempre desde el punto de vista del minorista que quiere lanzarse a vender por internet. En este artículo mi intención es dar otra visión, la del mayorista/proveedor que bien por desconocimiento o bien por miedo no sabe realmente cual o cuales son las acciones que debe llevar a cabo o a lo que se enfrenta.

 Antes de  comentar como el dropshipping puede ayudar a un proveedor o mayorista, es interesante hacer una primera reflexión que nos permita entender mejor este concepto, muy actual y prácticamente nacido con el boom del comercio electrónico.

 Si atendemos a la definición de wikipedia, “ Drop shipping, Dropshipping o Drop shipment es un tipo de venta al por menor donde el minorista no guarda los bienes en su inventario, pero en cambio pasa el pedido del cliente y los detalles de envío al mayorista, quien entonces despacha las mercancías directamente al cliente. El minorista obtiene su beneficio en la diferencia entre el precio mayorista y el precio minorista.”

En resumidas cuentas y yéndonos a una figura que es más conocida por todos podemos decir que el dropshipping es como el comisionista de toda la vida pero en versión 2.0 (salvando las distancias).

Leyendo entre líneas en la definición de dropshipping a la que se hace referencia (existen muchas y muy variadas, aunque en esencia son muy parecidas) podemos encontrar algunos puntos clave que deben tener en cuenta los mayoristas  que escuchen a minoristas plantearle este tipo de distribución.

  •  El e-commerce lo gestiona el minorista.

El primer aspecto es que el minorista es el que crea y gestiona el e-commerce, con todo lo que eso conlleva (plataformas, métodos de pago, atención al cliente, fidelización, etc….). En muchas ocasiones, existen mayoristas que intentan lanzarse a la venta online pero desconocen tanto su funcionamiento como el tiempo y dinero que cuesta implantarlo, por tanto dejar que un tercero venda nuestros productos no parece una idea descabellada y mucho menos arriesgada.

  • Manipulación y preparación de la mercancía.

Como hemos visto, el dropshipping se basa fundamentalmente en que el minorista se dedica a vender sin tener el stock físico, ya que para eso utiliza el stock disponible del mayorista. El mayorista por su parte debe manipular y prepara la mercancía a enviar directamente al cliente final sin pasar por manos del minorista, previa información suministrada por éste. En pocas palabras, recibimos una orden para mandar los artículos directamente al cliente final.

  • Gestión de los envíos.

Como se ha indicado en el punto anterior, el mayorista es el encargado de enviar la mercancía, normalmente desde sus propias instalaciones.

Para ello el mayorista utiliza la empresa de transporte con la que ha pactado los envíos, informando al minorista de los costes de envío para que éste lo informe en su web.  En ocasiones es el propio minorista quien ha pactado con las empresas de transporte unos precios para los portes.

En cualquier caso, en el envío el mayorista debe ser transparente para el cliente final, todo se envía a nombre del minorista.

  • Confidencialidad de los clientes (finales y minoristas).

Como mayorista que maneja información de clientes finales debe ser cuidadosos con esa información y por supuesto no utilizarla para comercializar con esta información. La ética en los negocios debe estar por encima.

  • Control y actualización de stock.

Este es otro punto clave, como mayoristas debemos comprometernos con los minoristas de informarles puntualmente del stock disponible, así como roturas de los mismos, ofertas, promociones, etc… Para ello, hay diferentes métodos, desde la integración del programa de control de stock a métodos más rústicos, pero siempre pensando que el minorista nos está ayudando a conseguir los resultados.

  • Aumento de los puntos de venta.

Para los mayoristas el dropshipping es una oportunidad de aumentar los puntos de venta de sus productos con mucho menos riesgo, además de una oportunidad de tener una red de ventas gestionado por terceros que conocen bien el medio. De manera indirecta permitimos la apertura de un nuevo canal venta.

  • Deja el marketing online para el minorista.

Como se ha indicado en el primer punto, el minorista es el que crea la tienda online, razón por la que es él mismo el encargado de promocionar y posicionar su ecommerce. De este modo, como mayorista, nos evitamos el tener que invertir en un canal que podemos desconocer como funciona.

  • Cobro en el acto.

A diferencia del comercio tradicional e incluso en el B2B, en el comercio online el cobro se realiza en el acto, por lo tanto como mayoristas podemos tener el cobro de los productos solicitados en el mismo momento que nos realizan el pedido. Con el dropshipping podemos olvidarnos del riesgo de abrir cuentas a clientes que luego no sabremos si cobraremos.

Como hemos visto, el dropshipping es un buen método para que los mayoristas puedan hacer llegar sus productos a los clientes con una amplia red de ventas y con un mínimo riesgos. Así que si un minorista os ofrece hacer dropshipping pensadlo y no creáis que es otro anglicismo para sacaros el dinero.

Miguel Ángel Ibáñez Amat

Licenciado en Investigación y Técnicas de Mercado, Marketing, y Administración de Empresas, por la Universidad de Sevilla. Master en Dirección de Marketing y Gestión Comercial (Gesco) de ESIC Business & Marketing School. CEO de GoUp Marketing. Vicepresidente de Foro Marketing Sevilla. Twitter: @miguelibanez