Una de las funciones básicas de todo departamento de marketing debe ser el analizar el Ciclo de Vida de su cartera de productos y saber exactamente en qué momento de su vida se encuentra.

Como norma general, un producto pasa por 4 fases: Introducción, Crecimiento, Madurez y Declive.

Centrándonos en la última fase, nos encontramos con una situación en la que la demanda decrece paulatinamente, por un lado por la aparición de productos mejores tecnológicamente  mejores y/o por otro por un cambio en los gustos de los consumidores.

La tendencia actual es intentar alargar esta fase de declive invirtiendo en una estrategia de marketing digital con el objetivo y esperanza de que, gracias a Internet  el producto vuelva a resurgir como en la etapa de crecimiento.

El resultado, en la mayoría de los casos, es una lenta agonía en la muerte del producto. Una de las consecuencias más habituales es la desconfianza del CEO de todo aquello que “huela” a marketing en Internet.

Uno de los primeros puntos que debemos tener claro en toda estrategia de marketing digital es la alineación con la estrategia de marketing global de la compañía. El marketing online es “una pata” más en la estrategia global y debemos tener claro que si el producto o el servicio es deficiente o se encuentra en el ocaso de su vida, en Internet seguirá siendo deficiente o, como mucho, podrás alargar su declive pero con objetivos realistas.

 

Miguel Ángel Ibáñez Amat

Licenciado en Investigación y Técnicas de Mercado, Marketing, y Administración de Empresas, por la Universidad de Sevilla. Master en Dirección de Marketing y Gestión Comercial (Gesco) de ESIC Business & Marketing School. CEO de FreelanceMarketing. Vicepresidente de Foro Marketing Sevilla.