Mucho hemos oído hablar a lo largo de estos años de conceptos como crecimiento o superación personal, autoayuda, actitud positiva, desarrollo personal. Podemos encontrar numerosa bibliografía que, con enfoques diversos, tratan estos temas, incluso en la red han proliferado blogs dedicados exclusivamente al desarrollo personal. ¿Se trata por tanto de un término de moda o está justificado que en este momento nos preocupemos de implicarnos activamente en nuestro proceso de mejora personal? ¿Realmente sabemos cuál es el sentido de la idea de desarrollo personal?

En este artículo queremos despejar dudas sobre las diferentes disciplinas que se pueden englobar dentro del término desarrollo personal y que pretenden conseguir que las personas inicien un proceso continuo de búsqueda y cambio. Mencionaremos conceptos como coaching, consultoría, mentoring, psicoterapia y counseling .

Cuando hablamos de coaching nos referimos a un proceso para el cambio orientado a que la persona consiga alcanzar sus objetivos en cualquier ámbito de su vida. De forma no directiva, el coach o facilitador acompaña a la persona (coachee) en ese viaje y le ayuda a que éste encuentre soluciones y estrategias generales por el mismo. Es el propio cliente el que tiene la respuesta.

En el caso de la consultoría o asesoría, un experto consultor proporciona al cliente asesoramiento en un determinado ámbito, desde un punto de vista más directivo que el coaching, ya que es el consultor el que tiene las respuestas y orienta al cliente sobre cuales son las opciones para solucionar un determinado problema.

El mentoring es también un proceso de desarrollo de personas. En el ámbito empresarial, el mentor acompaña en el desarrollo de la carrera de la persona o en alguna fase de la misma. En este acompañamiento el mentor comparte y trasmite su experiencia del negocio y de la cultura organizacional al mentee (persona que recibe este proceso), de manera que pueda mejorar su rendimiento y por tanto progresar más rápidamente.

En el plano personal, el mentor reconoce y acepta la identidad de la persona y le ayuda a desarrollarla junto con sus valores centrales. Le proporciona un contexto adecuado para que la persona pueda crecer. Más que realizar preguntas o dar respuestas dirige a la persona hacia quien te puede ayudar.

Por psicoterapia se entiende el proceso de comunicación entre un psicoterapeuta (persona entrenada para evaluar y generar cambios) y una persona que acude a consultarlo (paciente), con el propósito de una mejora en la calidad de vida, a través de un cambio en su conducta, actitudes, pensamientos o afectos. Puede que en ocasiones se utilicen métodos de coaching pero aquí los problemas suelen tener una naturaleza psicológica, por lo que se utilizan técnicas y una metodología provenientes de la psicología.

Por último, el counseling es un término que está muy de moda y que si traducimos literalmente del inglés significa “consejo” y que se está utilizando para ayudar a las personas a resolver problemas a los que se enfrentan en la vida de forma puntual. Actualmente está siendo muy demandado en el ámbito profesional.

A diferencia del coaching, en el counseling, el counselor desarrolla un papel de asesor y orientador, mientras que el coach en el primero facilita que sea el propio cliente quien encuentre en él mismo sus soluciones.

 

Otra diferencia es que el counselor parte con la idea que los sentimientos son la causa de la mayoría de los problemas y por ello da prioridad a lo emocional y al trabajo de los sentimientos, sin embargo en el coaching se trabaja para que estén presenten los sentimientos, aunque no se trabaja con ellos solos. Pero en líneas generales ambos persiguen lo mismo.

Todas estas disciplinas descritas anteriormente comparten  la idea de que el desarrollo personal es un proceso, en vez de una solución puntual que busca resultados rápidos y a corto plazo.

En el ámbito profesional, la incursión del concepto de desarrollo personal supone una vuelta de tuerca a toda la bibliografía que trata la idea de éxito profesional. Ahora se trata de recuperar o reivindicar esos aspectos de la persona que se han ignorado en el terreno profesional, los relacionados con el cuerpo, las emociones, los sentimientos. Por lo tanto, desarrollo personal no es un término de moda sino que responde a nuevas necesidades que buscan un equilibrio entre el bienestar personal y una buena carrera profesional.

Por citar algunas referencias bibliográficas podríamos recomendar algunos libros conocidos en el ámbito del crecimiento personal como “Usted puedes sanar su vida” de Louise L. Hay,  “El cambio”  o “Tus zonas erróneas” éstos dos últimos del escritor estadounidense Wayne Dyer, que fueron éxito y sigue siéndolo para muchas personas que aspiran a encontrar ese sentido a la vida que les haga más felices.

Pilar Somosierra Farfán. Licenciada en Psicología por la Universidad de Sevilla; y Master en Dirección RRHH (IEJE). Profesional de recursos humanos especializada en la gestión y desarrollo de personas. Responsable Área de empleo de FMS.